Historia, Tuercas y tornillos.

Así es, tal cual. Que no se te haga extraño, Aquí te va otro dato; Después de todo, la creación o uso de muchas de las herramientas que hoy día son utilizadas se remontan a las edades de bronce y hierro, por allá en el neolítico aproximadamente unos 8000 años atrás.
 

En la antigüedad según descubrimientos en el siglo presente, después de una expedición y en base a lo que encontraron llegaron a la conclusión: que los egipcios usaban un mecanismo que se asemeja a un clavo, pero con características de tornillo que cumplía la función de unir piezas del cuerpo rotas.
Recordemos que los egipcios de la antigüedad son altamente reconocidos por sus métodos medicinales y recursos con fin de sanación.
Aquí mencionado el primer uso del tornillo. 

El clavo cuenta con 23 centímetros y está unido mediante resina al hueso

Si te vas a Google y tecleas “Historia del tornillo”, probablemente encontrarás historias que mencionan la relación de Arquitas de Tarento, (el creador de la polea) con el tornillo, se dice que a este hombre quien existió en los años 430-360 aC se le atribuye la creación de el tornillo.

Posteriormente aparece un nuevo personaje que llega a perfeccionar esta herramienta y usarla con fines colectivos, hablamos de Arquímedes y sus principios en los años 287 – 212 a.C. Seguramente has leído o escuchado algo sobre este gran personaje de la historia de la revolución del pensamiento y si no lo recuerdas trataré de refrescar tu memoria un poco, aquí voy;
Recuerdas aquella clase de historia en el colegio donde la profe contaba que existió una vez alguien que salió del lugar donde vivía gritando “EUREKAA” totalmente desnudo después de haber encontrado solución a uno de los enigmas que para él en el momento le obsesionaba por responder, ¿recuerdas?
Claro que sí! Y si no, te invito a leer un poco sobre el haciendo click aquí 

Ya que sabes un poco sobre este hombre volvamos a nuestro tema. Al principio te hice varias preguntas una de ellas fue: “¿Y luego pasaron a ser objetos para extraer agua a superficies altas?” Aquí entra Arquímedes, a la anterior pregunta si quitamos los interrogantes quedará al descubierto la función del Tornillo de Arquímedes o Tornillo Sin Fin.
 

  Hoy día aún vemos como este legado se mantiene, el uso del sistema tornillo sin fin aún sigue vigente: 

sistema eficiente para el transporte de sólidos y líquidos

Desde plantas de tratamiento de agua a factorías de cemento, procesado de alimentos y estaciones de bombeo, el tornillo de Arquímedes satisface cualquier necesidad en el sector industrial.

ventajas:

– Su diseño ligero ayuda a reducir el consumo en potencia eléctrica y, así, a aumentar la vida útil de las instalaciones.
– Los módulos se pueden sustituir con facilidad.
– Los módulos están perfectamente equilibrados, lo cual permite operar a grandes velocidades.
– Los módulos individuales encaja perfectamente para evitar el riesgo de contaminación del producto.
– El diseño exterior ayuda a eliminar el riesgo de fracturas y fisuras en el tornillo.

Verdaderamente, este artilugio se ha convertido en la elección más popular para un gran número de sectores industriales, desde el manejo de residuos orgánicos, la agricultura, equipos del sector vitivinícola, industria del cemento, manejo de hielo, sector avícola y muchos otros.

Volviendo a la historia, por su parte los romanos usaban un sistema de tornillos para ajustar sus ropas. 

La Edad Media aplicó el mismo principio de ajuste a la imprenta y al diabólico aparato de tortura llamado “empulguera”; consistía en colocar los dedos pulgares de la persona a torturar entre dos soportes para machacar los dedos del individuo, girando una manivela que hacía girar una especie de tuerca sobre un tornillo para acercar los soportes entre sí, claro con el dedo del infeliz en medio de éstos.

Por otro lado Después de cerciorarse que el tornillo de madera era mucho más eficiente que un clavo lizo, y que la unión de este más una tuerca mantenían unidas por más tiempo las piezas durante el siglo XVI se empezaron a producir de manera artesanal estos tornillos y tuercas para aplicarlos en máquinas de guerra y artilugios mecánicos, a partir de aquí es donde comienza la existencia de gran variedad de tamaños, diámetro de roscas y así mismo en la separación.
Con la llegada de la revolución Industrial se da la producción a gran escala de tornillos y tuercas sin embargo, se tenía el mismo sistema de variación en medidas ya que no existía una estandarización en las dimensiones en su momento de fabrica.

 Llega el año 1841 y Joseph Withworth frente a la problemática de variación propone un paso de rosca universal para cualquier tornillo, independientemente del fabricante y lugar de origen. A partir de ese momento es cuando todo lo que resulta armado es más confiable, ya que el tornillo da la seguridad que no se tenía con los clavos o grapas, era mucho más durable y eficiente.